Cerebros hackeados: Reino Unido probará implantes para tratar adicciones

Implantes cerebrales para tratar adicciones: Reino Unido probará una técnica que suena a ciencia ficción
Científicos británicos de las universidades de Cambridge, Oxford y el King’s College de Londres van a probar una técnica que parece sacada de una serie futurista: implantarán electrodos en el cerebro para tratar adicciones al alcohol y las drogas.

El objetivo es investigar si la estimulación cerebral profunda —una tecnología ya usada para el Parkinson, la depresión y el TOC— puede reducir el deseo compulsivo de consumir sustancias. El estudio se llevará a cabo en el hospital Addenbrooke de Cambridge y en el King’s College Hospital en Londres.

Más allá del laboratorio, la pregunta que deja el estudio es profunda: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar para cambiar el cerebro cuando no podemos hacerlo con la voluntad?

¿Cómo funciona?


La técnica consiste en colocar electrodos en zonas específicas del cerebro relacionadas con la motivación y la toma de decisiones. Estos electrodos estarán conectados a un generador de impulsos que se implanta en el pecho, algo parecido a un marcapasos, pero para el cerebro.

Los impulsos eléctricos se envían de forma controlada, con el objetivo de «interrumpir» los circuitos cerebrales que generan el deseo de consumir. No se trata de una solución rápida ni universal, pero podría ofrecer una nueva esperanza para quienes ya probaron todo sin éxito.

¿Quiénes pueden participar?


El ensayo incluirá personas con al menos cinco años de adicción y tres recaídas tras tratamientos convencionales. En otras palabras: quienes ya lo intentaron todo y aún siguen luchando.

¿Por qué importa?


En el Reino Unido, cientos de miles de personas viven con dependencia al alcohol, y los opioides están detrás de casi la mitad de las muertes por sobredosis. Frente a esta realidad, los investigadores apuestan a que una tecnología de precisión pueda marcar la diferencia donde las terapias tradicionales no funcionaron.