En la ciudad francesa de Metz, se inauguró un hotel que parece sacado de un sueño o, mejor dicho, de una película de Wes Anderson. Se trata del Maison Heler, un edificio de nueve pisos diseñado por el reconocido creador Philippe Starck, cuya azotea está coronada por una mansión del siglo XIX, escribe Dezeen.




Este hotel cuenta la historia ficticia de Manfred Heler, un personaje inventado por Starck, cuyo hogar fue «elevado al cielo sin previo aviso». La mansión, completamente revestida en metal, alberga un restaurante, un bar y espacios para eventos. Escribe Dezeen, que según el relato del diseñador, Heler estaba dentro de su casa cuando esta fue levantada a lo alto del edificio.
El interior fue concebido para recrear el ambiente de una casa burguesa del siglo XIX, pero con un giro fantástico: no es una reconstrucción, sino una creación nueva. Las habitaciones están decoradas con objetos extraños, como martillos de cristal, hachas de doble filo y columpios invertidos, todos diseñados por el propio Starck.





Debajo de la mansión, el hotel ofrece 104 habitaciones distribuidas en nueve plantas. A diferencia de los espacios superiores, las habitaciones fueron diseñadas con un enfoque más sobrio y moderno: grandes ventanas, paredes blancas y un aire minimalista. En la planta baja se encuentra La Cuisine de Rose, un restaurante inspirado en la amada imaginaria de Heler.