Islandia ha anunciado una medida sin precedentes: cerrará sus últimas granjas industriales de salmón para 2026. La decisión busca proteger los ecosistemas marinos de los fiordos, afectados por la contaminación y la propagación de enfermedades entre peces salvajes y criados en cautiverio.
Según el Ministerio de Medio Ambiente de Islandia, los estudios han demostrado que las granjas intensivas generan un impacto ecológico mayor de lo esperado. Las autoridades también señalaron que el país tiene el potencial de liderar un modelo más ético y sostenible de producción alimentaria.
El debate sobre las piscifactorías ha ganado fuerza en los últimos años, especialmente después de filtraciones virales que mostraban peces deformes y contaminados. Islandia, conocida por sus políticas ecológicas y naturaleza virgen, ahora pretende reforzar su imagen verde con esta medida.
A partir de ahora, se incentivará la pesca tradicional y el desarrollo de tecnologías limpias para acuicultura en tierra firme. Los productores tendrán un plazo de transición y contarán con apoyo estatal para reconvertir sus instalaciones.