Cuando el mundo piensa en cocina argentina, muchos imaginan carne, fuego y paisajes salvajes. Y todo eso cobra vida en la figura de Francis Mallmann, el chef que llevó el asado al Olimpo gastronómico y que volvió a estar en boca de todos gracias a su participación en Chef’s Table, el aclamado documental de Netflix.
Originario de Acassuso, provincia de Buenos Aires, Mallmann no solo cocina: él crea poesía con leña, brasas y paisajes patagónicos. Su episodio en la serie (temporada 1, episodio 3) se transformó en un manifiesto de libertad, fuego y filosofía de vida. No se trata solo de comida: es un viaje sensorial por su mundo, donde la cocina se mezcla con el arte, la soledad y la naturaleza extrema.
Con restaurantes en Argentina, Uruguay, Francia, Chile y Estados Unidos, este embajador del fuego no sigue tendencias: las crea. En su cocina no hay artificios. Solo fuego, paciencia y un respeto profundo por los ingredientes.
Su aparición en Chef’s Table no solo lo reafirmó como ícono global, sino que también puso a la gastronomía argentina en la primera línea de la conversación internacional.
Yo cocino con fuego porque me conecta con lo primitivo, con lo verdadero.
— Francis Mallmann