El Vaticano siempre tiene algo bajo la manga. Si no es abrir archivos secretos, es bendecir cohetes espaciales. Pero esta vez se superaron: el Papa Francisco estrenará un Mercedes-Benz G-Class 100% eléctrico, y no es cualquier adaptación. Es el SUV más rudo del planeta, ahora con energía divina (o al menos, libre de emisiones).

De la gasolina a la gracia
El Papa ya había dejado claro que el cambio climático es un pecado ecológico. En su encíclica Laudato Si’, habló de cuidar la «Casa Común», y parece que decidió predicar con el ejemplo. Así que Mercedes-Benz, que desde hace años fabrica versiones blindadas del G-Class para líderes mundiales, le presentó al Vaticano una variante sin motor a combustión.
Bajo el capó no hay V8 rugiente, sino cuatro motores eléctricos, con un par motor que roza los 1.000 Nm. O sea, si el Santo Padre necesita escapar de una multitud o simplemente demostrar que los eléctricos también tienen alma, esta nave le responderá al instante. Y lo hará en silencio, como si los ángeles estuvieran empujando el auto desde atrás.

Blindaje, vidrio polarizado y un toque de santidad
A simple vista, sigue siendo el mismo G-Class de siempre: cuadrado, robusto y con esa actitud de tanqueta urbana. Tiene la cabina transparente arriba para que la gente vea al Papa y reciba la bendición, pero si mirás con atención, hay detalles nuevos:
- Acertos azules (el color oficial de la movilidad eléctrica de Mercedes).
- Una parrilla rediseñada, más discreta pero igual de imponente.
- Neumáticos especiales para reducir ruido (no vaya a ser que el sonido interfiera con los rezos).
Del interior no hay fotos, pero es fácil imaginar: asientos de cuero climatizados, suspensión adaptativa para que el viaje sea suave como una misa en latín, y seguramente un altar portátil por si hay que dar una bendición express.

¿Por qué esto es más que un gesto simbólico?
- El Vaticano no hace las cosas por moda. Si el Papa cambia su vehículo oficial por un eléctrico, es un mensaje claro a los 1.300 millones de católicos: la fe y la tecnología pueden ir de la mano.
- Mercedes-Benz acaba de ganar el mejor sponsorship de la historia. Ahora, cada vez que alguien vea un G-Class, no solo pensará en lujo y aventura, sino también en que el mismísimo Papa lo eligió.

¿Qué sigue?
¿Un «Papamóvil autónomo» con un asistente de voz que diga «Dominus vobiscum»? ¿O quizás paneles solares en el techo para cargar la batería mientras el Papa saluda en la Plaza San Pedro?
Por ahora, lo cierto es que una de las instituciones más tradicionales del mundo acaba de dar un paso hacia el futuro. Y si hasta el Papa anda en eléctrico… ¿no será hora de que nosotros también lo consideremos?